DETECTORES DE MONÓXIDO DE CARBONO

 

En los aparcamientos, los motores de combustión interna generan entre otros gases CO (monóxido de carbono) que se producen cuando la combustión es incompleta.

El CO es un gas incoloro, inodoro e insípido. Una concentración de monóxido de carbono superior a 50ppm (p.p.m.=partes por millón) se considera perjudicial para las personas, lo que hace que determinados ambientes puedan ser nocivos para los humanos.

Es por eso que los garajes que disponen de ventilación forzada, se deben instalar detectores de monóxido de carbono, que en caso de detectar la acumulación del gas en el garaje, este enviará la señal de mando que activará la ventilación para la renovación del aire viciado. Por tanto, la principal función de los detectores es dar a conocer mediante una alarma la alta concentración del gas y poner en marcha los sistemas de ventilación y con ello garantizar las condiciones de salubridad del aire por concentraciones de CO.

El monóxido es menos denso que el aire y se acumula en las zonas elevadas de los garajes, y deben ser instalados a la altura de entre 1.5m y 2m del suelo en cantidad inferior a uno por cada 200m2 de superficie. Deben estar correctamente mantenidos y ser cambiados cada 4-5 años.

 

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Realizamos el estudio y documentos de desclasificación de garajes que garantizan que la ventilación está suficientemente asegurada y por lo tanto cumple con las normativas vigentes.

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